Investigadores del Instituto de Ciencia Weizmann en Israel han realizado un estudio comparativo entre la instalación de paneles solares fotovoltaicos en tierra y la reforestación de tierras, para determinar cuál de estas estrategias podría ser más efectiva en la lucha contra el cambio climático. Sus hallazgos sugieren que la energía solar fotovoltaica podría tener mejores oportunidades.
Comparando dos estrategias contra el cambio climático
En «Mirando al Sol», siempre estamos atentos a los últimos avances en energías renovables. Este estudio israelí nos brinda una perspectiva interesante sobre cómo la energía solar fotovoltaica y la reforestación compiten y contribuyen en la mitigación del cambio climático. Los investigadores desarrollaron una nueva métrica llamada «tiempo de equilibrio» (BET, por sus siglas en inglés) para calcular el tiempo que ambas tecnologías necesitarían para tener un efecto en las emisiones de carbono y compensar los impactos del calentamiento causados por el oscurecimiento de la tierra.
Energía solar fotovoltaica: una contribución significativa
La investigación destaca que la electricidad generada por la energía solar fotovoltaica puede contribuir significativamente a disminuir las emisiones de carbono antropogénicas. Aunque la restauración forestal juega un papel complementario importante en los esfuerzos de mitigación del cambio climático, ambas estrategias requieren una gran demanda de superficie terrestre, lo que podría llevar a una competencia por la tierra en áreas aptas para bosques.
Demanda de terreno y eficiencia energética
Para determinar cuál uso del suelo es más eficiente, los científicos realizaron una serie de mediciones en el sur de Israel. Los «terrenos áridos», que representan una gran proporción de la superficie terrestre de la Tierra, han atraído la atención tanto para proyectos potenciales de reforestación como para la instalación de campos fotovoltaicos a gran escala.
Resultados del estudio: PV supera a la reforestación
En cuanto al efecto de los campos fotovoltaicos sobre la temperatura superficial, los investigadores realizaron su estudio en un campo de PV en una región hiperárida en el Valle de Arava, en Israel. Compararon esto con mediciones de fondo de la misma área. Según sus mediciones, el calor sensible en la planta de PV fue de 359 W m-2, en comparación con 199 W m-2 en el entorno. Sin embargo, según los cálculos, la planta de PV suprimiría las emisiones de carbono de 14,9 kg m2 por año.
Reforestación y su efecto en el calor
En cuanto al efecto de la reforestación en los niveles de calor, los científicos realizaron mediciones en el bosque de Yatir, en el borde norte del desierto del Negev en Israel. Compararon estos datos con los recogidos en el desierto circundante. Aquí, el calor sensible en la zona de reforestación fue de 522 W m2, mientras que en el fondo fue de 225 W m2. La secuestración de carbono debido a la fotosíntesis fue de 0,15 kg m2 por año.
La eficiencia de la energía solar fotovoltaica en climas secos y húmedos
Usando su método, los investigadores calcularon el tiempo de equilibrio de la energía solar fotovoltaica y la reforestación en otros climas, como los templados y tropicales. Los datos para estos se basaron en estudios anteriores realizados en Alemania y Panamá, respectivamente. Los resultados se mostraron en el estudio publicado en PNAS Nexus.
Energía solar fotovoltaica: más rápida y eficiente que la reforestación
Los resultados mostraron que en los climas secos, los campos de PV son más de 50 veces más eficientes que la reforestación. En climas templados y tropicales, los campos de PV también son significativamente más eficientes que la reforestación, alcanzando el tiempo de equilibrio mucho más rápido.
La energía solar fotovoltaica lidera en la mitigación del cambio climático
Los investigadores concluyeron que la generación de electricidad mediante energía solar fotovoltaica puede prevenir muchas más emisiones de carbono de las que la reforestación puede secuestrar. Sin embargo, la eliminación activa de carbono emitido previamente y el posible almacenamiento a largo plazo en biomasa y materia orgánica del suelo proporcionan una ventaja importante para la reforestación. Los bosques ofrecen muchos otros beneficios ecológicos en comparación con esta perspectiva puramente climática.